Algunos Bares de Montevideo antiguo, un viaje ¿nostálgico?
Café Antequera 1955 al 1985 |
Café Antequera
Por mediados de la década del 50, el Británico fue demolido y decidió inaugurar un nuevo bar al costado norte de la plaza y llamado Antequera en honor a la ciudad de Málaga donde nació un amigo que mucho lo ayudó cuando era muy joven. Este tano, ahora propietario, era conocido como Feliche y convocaba desde su bastión nocturno a conocidas figuras montevideanas que recalaban en sus mesas. Gente de tango como Miguel Manzi, poetas como el Tito Cabano, quien sólo tomaba capuchinos de café con leche, y periodistas que venían de “La Mañana” y “El Diario”. Inolvidable por sus cientos de anécdotas, el cronista policial Crocce. Por su cercanía a los centros nocturnos que abundaban en las calles laterales de la plaza, El Antequera supo tener la habitual visita de mujeres que trabajaban o actuaban en los cabarets. La más espectacular de esas amigas de Feliche era una joven morena que vivía en el Medio Mundo y salía en Carnaval, conocida como Rosa Luna. Ella actuaba en un cabaret al costado del Victoria Plaza y casi al amanecer llegaba a departir con los bohemios y músicos de tango y candombe que le tenían mucho aprecio. Por tener una actitud valiente, fue que una fatídica noche Rosa Luna, en defensa de una compañera que era agredida entre las mesas del Antequera, protagonizó un famoso hecho de sangre en el que perdió la vida un hombre. El afiche de La Gran Ilusión fue testigo de la bohemia, la timba, las barras de amigos y también de una sangrienta tragedia. En tiempos de la dictadura no era extraño ver bajar de un coche Maverick a un par de tiras que, con el pretexto de tomar un café, miraban a todos los parroquianos. Aunque la gente los conocía, nadie se inmutaba y desde el fondo seguía sonando el seco y fuerte golpe del vaso con los dados de La Generala. El Antequera luego se fue diluyendo en varios dueños y, al retirarse la terminal de ómnibus de la plaza, fue su golpe de gracia y tuvo que cerrar sus puertas.
Café Independencia.
Plaza Independencia, lindero con el Palacio Salvo.
El Café Británico se fundó en 1896. Sus propietarios eran los hermanos Tramontano. Estaba ubicado en la antigua Pasiva (entre Juncal y Ciudadela). Se constituyó en un centro proliferante, que nucleaba en su época de mayor esplendor a escritores, periodistas, ajedrecistas, jugadores de dominó, socialistas, ácratas, teósofos
y vegetarianos, e incluso
morfinómanos. Hay todavía memoriosos que recuerdan las multitudinarias partidas de ajedrez que allí tuvieron lugar, y la visita de los
mitos vivientes de ese juego como Alekhine y Capablanca. Se cuenta que el primero jugó una partida simultánea con varias decenas de desafiantes -ubicados en diferentes mesas del café, e incluso a lo largo de la misma Pasiva- para lo cual tenía que desplazarse en cada vuelta por lo menos una cuadra. Mesas de mármol blanco con sillas de viena poblaban el enorme y alargado salón. En las paredes se destacaban las alegorías de “las cuatro estaciones” pintadas por Casanovas, que fuera maestro de dibujo del gran pintor Rafael Barradas. Su parroquia fue innumerable, pero entre los más notorios es posible recordar a los narradores Manuel de Castro y Montiel Ballesteros, al escritor Wilfredo Pi, a los poetas Julio Casaravilla Lemos y Julio Casas Araujo, y a los plásticos Mario Radaelli y Pedro Montero Bustamante.
Cafe y Bar Japones.
Se trataba de uno de los cafés mas distinguidos de Montevideo. Entre fines del XIX y las primeras del siglo XX la calle Sarandí era la arteria elegante, la del piropo y el cruce de miradas que podían terminar en romance. A la caída de la tarde la gente salía a caminar por el boulevard Sarandí o lucia su estampa desde los carruajes para proseguir el paseo por 18 de Julio o viceversa, para terminar la vuelta en la plaza Matriz, donde resolver el destino final de la jornada, si en el Prado, la terrasse de los Pocitos o el Parque urbano, después llamado Rodó.
El JAPONÉS, en cambio, tal vez debido a la alcurnia de su propietario, el señor Manuel Gil, congregaba un ambiente elegante y mundano. No eran de extrañar los grupos de jóvenes mujeres de largos vestidos y peinados en ruedo y de caballeros de polainas y bastón para compartir con un suculento te con pasteles los dimes y diretes de la semana. Una de sus peculiaridades (cada café tenía la suya), era el letrero que anunciaba que después de las 18 horas se servía un PAGLIOTTI con aceitunas griegas por 12 centésimos, verdadera happy hour según la terminología de la época.
Tupi Namba
Fue a partir de los años veinte –al desaparecer otros cafés que atraían a los intelectuales, como el legendario Polo Bamba propiedad del hermano menor de Francisco, don Severino San Román– cuando el por entonces ya tradicional Tupí Nambá se constituyó en el "gran café del centro", privilegio que iba a mantener hasta la mitad del siglo. Allí hacían tertulia los escritores del grupo Teseo; rodeaban a la figura tutelar de Eduardo Dieste y Vicente Basso Maglio. Los acompañaba la poetisa Blanca Luz Brum, esposa de Parra y una de las pocas audaces que se atrevían por entonces a frecuentar los cafés. Pero también se reunían allí los plásticos: se podía ver en forma asidua al dibujante Adolfo Pastor, a los pintores José Cúneo, Carmelo de Arzadum y Domingo Bazurro, y a los escultores Severino Pose y Bernabé Michelena. Sobre una de las ventanas que daban a la calle Buenos Aires, desde donde se contemplaba el Teatro Solís, se nucleaba la alegre barra de Carlitos Gardel cuando este venía a nuestra ciudad, algo que resultó frecuente en el final de los veinte y comienzos de los treinta.
El Café Brasilero es una expresión de lo que fue Montevideo a principios del siglo XX, fundado en 1877 y estrechamente relacionado con la Plaza Matriz.
Plaza Independencia, lindero con el Palacio Salvo.
Inicios de los años veinte. El "Café Independencia" se ubicaba frente a la Plaza Independencia, lindando con el Palacio Salvo. Constituyó uno de los típicos cafés de billares montevideanos de las primeras décadas de siglo.
El Café Británico se fundó en 1896. Sus propietarios eran los hermanos Tramontano. Estaba ubicado en la antigua Pasiva (entre Juncal y Ciudadela). Se constituyó en un centro proliferante, que nucleaba en su época de mayor esplendor a escritores, periodistas, ajedrecistas, jugadores de dominó, socialistas, ácratas, teósofos
y vegetarianos, e incluso
morfinómanos. Hay todavía memoriosos que recuerdan las multitudinarias partidas de ajedrez que allí tuvieron lugar, y la visita de los
mitos vivientes de ese juego como Alekhine y Capablanca. Se cuenta que el primero jugó una partida simultánea con varias decenas de desafiantes -ubicados en diferentes mesas del café, e incluso a lo largo de la misma Pasiva- para lo cual tenía que desplazarse en cada vuelta por lo menos una cuadra. Mesas de mármol blanco con sillas de viena poblaban el enorme y alargado salón. En las paredes se destacaban las alegorías de “las cuatro estaciones” pintadas por Casanovas, que fuera maestro de dibujo del gran pintor Rafael Barradas. Su parroquia fue innumerable, pero entre los más notorios es posible recordar a los narradores Manuel de Castro y Montiel Ballesteros, al escritor Wilfredo Pi, a los poetas Julio Casaravilla Lemos y Julio Casas Araujo, y a los plásticos Mario Radaelli y Pedro Montero Bustamante.
Actual Local del Bar tasende |
Bar Tasende
San Jose y Ciudadela. No era de extrañar, entonces, que el TASENDE (que ocupaba la planta baja de una casona del siglo XIX que ya era vieja en 1931) empezara a trabajar a pleno. La clientela era polivalente y variaba según la hora del día y de la noche, con lo que le daba para permanecer abierto las 24 horas. Al mediodía funcionaba como restaurante de suculentos menús de cocina francesa y española, con reparto de viandas a domicilio, por la tarde servicio de bar y confitería, por la nochecita con copetines y cocktails, que por entonces se estilaba la hora del aperitif y por la noche nuevamente cenas, pizzería y minutas para todos los gustos. Eso sí, los productos se preparaban en la cocina, a la usanza de la época, con lo que llegó a contar con 31 empleados al firme, además de la garantizada presencia de don Jesús, que como todo luchador de raza atendía personalmente el mostrador y controlaba el trabajo de los empleados.
Dada su ubicación a media cuadra del Palacio Estévez, la Casa de Gobierno, solían venir los políticos a conversar en clima más distendido, e incluso se recuerda la presencia de algunos presidentes de turno, por lo que algunos lo llamaron la trastienda del poder.
También venían los actores de teatro a la salida de los ensayos y el público al terminar las funciones, para comentar, en especial, las representaciones de la Comedia Nacional.
Cafe y Bar Japones.
Se trataba de uno de los cafés mas distinguidos de Montevideo. Entre fines del XIX y las primeras del siglo XX la calle Sarandí era la arteria elegante, la del piropo y el cruce de miradas que podían terminar en romance. A la caída de la tarde la gente salía a caminar por el boulevard Sarandí o lucia su estampa desde los carruajes para proseguir el paseo por 18 de Julio o viceversa, para terminar la vuelta en la plaza Matriz, donde resolver el destino final de la jornada, si en el Prado, la terrasse de los Pocitos o el Parque urbano, después llamado Rodó.
El JAPONÉS, en cambio, tal vez debido a la alcurnia de su propietario, el señor Manuel Gil, congregaba un ambiente elegante y mundano. No eran de extrañar los grupos de jóvenes mujeres de largos vestidos y peinados en ruedo y de caballeros de polainas y bastón para compartir con un suculento te con pasteles los dimes y diretes de la semana. Una de sus peculiaridades (cada café tenía la suya), era el letrero que anunciaba que después de las 18 horas se servía un PAGLIOTTI con aceitunas griegas por 12 centésimos, verdadera happy hour según la terminología de la época.
Tupi Namba
Fue a partir de los años veinte –al desaparecer otros cafés que atraían a los intelectuales, como el legendario Polo Bamba propiedad del hermano menor de Francisco, don Severino San Román– cuando el por entonces ya tradicional Tupí Nambá se constituyó en el "gran café del centro", privilegio que iba a mantener hasta la mitad del siglo. Allí hacían tertulia los escritores del grupo Teseo; rodeaban a la figura tutelar de Eduardo Dieste y Vicente Basso Maglio. Los acompañaba la poetisa Blanca Luz Brum, esposa de Parra y una de las pocas audaces que se atrevían por entonces a frecuentar los cafés. Pero también se reunían allí los plásticos: se podía ver en forma asidua al dibujante Adolfo Pastor, a los pintores José Cúneo, Carmelo de Arzadum y Domingo Bazurro, y a los escultores Severino Pose y Bernabé Michelena. Sobre una de las ventanas que daban a la calle Buenos Aires, desde donde se contemplaba el Teatro Solís, se nucleaba la alegre barra de Carlitos Gardel cuando este venía a nuestra ciudad, algo que resultó frecuente en el final de los veinte y comienzos de los treinta.
Tupimamba 1901 |
Programa Tupi Namba años 20 |
Tupí Namba |
Interior de Tupí Namba en los años 40 |
Café La Giralda |
Café Brasilero fundado en1877 |
Es un café sobreviviente, porque a principios de los años ochenta fue desmantelado y se perdieron muchas cosas.
Años después se reconstruyó, con un trabajo muy cuidadoso para recuperar el espíritu de uno de los cafés más antiguos de Montevideo. Es además un lugar típico de encuentro de intelectuales de todas las áreas del pensamiento y la cultura uruguaya. Está enclavado en la planta baja de un edificio art nouveau, patrimonialmente protegido, que le agrega valor a su rica historia. Fundado por los Sres. Correa y Pimentel , es el café más antiguo de Montevideo. Está ubicado en Ituzaingó 1447, esquina 25 de Mayo. A pasos de la Plaza Matriz. El Café Brasilero fue (y es) un reducto de la intelectualidad, bohemia y cultura montevideana. Entre los músicos, han pasado por su mesas desde Carlos Gardel a Daniel Viglietti y Luciano Supervielle. Aunque fue la literatura que lo marcó definitivamente. En sus mesas escribió largas tardes Mario Benedetti.
Eduardo Galeano en el Cafe Brasilero |
Juan Carlos Onetti en el Cafe Brasilero |
Bar la Giralda. Esta es una foto de 1965. Totalmente diferente a lo que es hoy el bar.
Provisión y Bar La Giralda. Bulevar Artigas y Francisco Canaro (ex Coronel Brandzen). Atrás a la izquierda se observa el edificio de la Embajada de Israel. Bajo el giro de provisión y bar, La Giralda fue fundada en 1943 por los hermanos Alberto y Cándido Fernández Núñez. Siempre fue concurrida por el personal de los hospitales y sanatorios cercanos, así como por grupos de murga. Se le atribuye el haber vendido el primer cajón de Coca Cola del país.
Bar Las Delicias, San Jose y Convención Mario Benedetti asiduo cliente de este bar |
Bar del año 1892 |
Interior Sorocabana |
Rotisería Sportsman año 1913 |
Factura de venta de Sportman a penitenciaría de 50 panes dulces |
46 comentarios:
Excelente.
Muy bueno
Muy bueno, con ganas de más
Gracias. poco a poco iremos ampliando
la nota sobre el Café Antequera pertenece al periodista Luis Grene y está comprendida en la serie "Prohibido para Nostálgicos".
Exquisito. Busqué más fotos del Sorocabana porque me trae recuerdos de mi niñez, del licuado en copa de metal con interior cónico de cartón encerado; mis padres charlando de arte, política, literatura, filosofía y sin saberlo, aumentando mi acerbo cultural a los 4 años Aún lo recuerdo, sus colores, olores, texturas.
Estoy por cumplir 61 años y para mi cerrar los ojos y pensar en él sigue siendo mágico. Cortinas de voile que al atardecer en Plaza Independencia se hacian rosadas, el mármol de la mesa, los quioscos de las columnas, el olor a un café especial e irrepetible.
Gracias por traerme de vuelta a esa época y devolverme imágenes que pensé perdidas.
Tengo exactamente las mismas vivencias que tú, con mi padre. Me llevaba bastantes veces y se sentaba con los viejos muy cultivados para hablar de politica. Te olvidavabas la peluqueria que había en la primera planta. Las veces que me corté el pelo ahí de adolecente....
Tengo exactamente las mismas vivencias que tú, con mi padre. Me llevaba bastantes veces y se sentaba con los viejos muy cultivados para hablar de politica. Te olvidavabas la peluqueria que había en la primera planta. Las veces que me corté el pelo ahí de adolecente....
Estimados con motivo de los 100 años del estreno de la Cumparsita un grupo de chefs estamos buscando recrear un menú de época . Alguien tiene idea si existe algún viejo menú de alguno de estos establecimientos que fueron contemporáneos al estreno del tango.
Muchas gracias
¿Sería posible saber el nombre del antequerano que inspiró a su dueño a usar el nombre de Café Antequera?
La nota sobre el Café Antequera fué escrita por el recordado periodista y hombre de radio don Luis Grene,,el creador de "Prohibido para Nostálgicos"..
Mi abuelo fue barman en el Restoran del Ferrocarril. Coktelero, se llamaba José Rimoli,alias Pocholo. No lo conocí, pero mi abuela me hizo algún cóctel creado por él.
Hola. Quisiera saber sobre el bar Alonso. Era de mi papá. Estaba en Agraciada y Zufriategui. Lo demolieron. Me encantaría leer sobre su historia. Y no encuentro nada.
Hola, soy nuevo en el blog.
Alguien sabe de un bar que estaba en Rivera y Requena. Se llamaba Torrijo o Torrijos. Frente al Submarino Peral si cruzamos Rivera, haciendo cruz con el Bar Luz (que actualmente existe) y frente a la Confitería Princess si cruzamos Requena.Alguien lo conoció, tiene alguna histaria sobre ese bar?
La foto en que está Benedetti hablando con el mozo es en el San Rafael, San Jose y Zelmar Michelini.
Hola, estoy buscando informacion de un antiguo cabaret "EL PATIO" que estaba ubicado en Ituzaingo y 25 de mayo en el subsuelo del "Edificio Centenario" donde desde los años 70" el local esta alquilado por la Corte Electoral donde hasta hoy funciona como archivo.
Muchas gracias.
Hola! Estoy haciendo una investigación sobre la historia de la coctelería en el Uruguay y me interesaría muchísimo la información que puedas tener sobre tu abuelo. Si podés, mándame un correo a suscripciones.federicosardi@gmail.com
Gracias!
Hola! Estoy haciendo una investigación sobre la historia de la coctelería en el Uruguay y me interesaría muchísimo la información que puedas tener sobre tu abuelo. Si podés, mándame un correo a suscripciones.federicosardi@gmail.com
Gracias!
Hola, estuve en Montevideo hace como 8 años y conocí un bar para tomar whisky y merendar. Este bar estaba en una esquina y asistía un anciano y su esposa. Junto a la barra tenía una pequeña reserva de vinos para la venta. Ya no recuerdo el nombre ni dónde estaba este bar. ¿Alguien sabe el nombre de este bar? Si alguien lo sabe, envíeme información en mi correo electrónico; eliashj@hotmail.com
Me encantaría volver a este bar. Agradecido.
Bar Jauja era de mi Familia me extraña que nadie lo mencione.
Mi padre Angelo Casciotti Morichelli y su primo compraron en 1955 aproximadamente. Famoso por su exclusivo cocktail Gin Fizz
Dirección Bartolomé Mitre 1367 y Peatonal Sarandi.
Cualquier investigación 099642671 whatsapp
Carlos Casciotti Candia
Mi infancia con mi padre cuando cerraba su fábrica en la calle Salto leía el Diario y yo me compraba un TBO.Tomandonun jugo de naranja y una media luna.Que recuerdos.Saludos desde España
Hola alguien conoció el bar los barriles? 25 de mayo esquina Perez castellanos gracias
Recuerdo Perfectamente tenia al fondo un enorme Patio jardin con al menos una Palmera.
Con las clásicas mesas y sillas metálicas Vintage
Faltan Los Bares Las Copitas que fueron todos de mi Abuelo Pascual Candia Maiorano
Hola, quiero saber si alguien sabe de la Confitería PUYOL... lo que tengo es una servilleta del casamiento de mis abuelos del 22 de junio de 1925. Gracias
Estimado yo lo conocí allá por el 59 y su famoso "gin fizz" tenía yo 18 y lo concurrí hasta el 62
Excelente Gin Fizz bar Jauja.
Otros recuerdos.
Mi padre trabajó en el palace. Me encantaría ver fotos y poder enseñarse las a 'el . Ahora mismo tiene 86 pero esta muy lucido. Muchas gracias
Que recuerdos ,en el 73 ,trabaje en un quisco de diarios y revistas en 18 de Julio y Yi .En la entrada de la Galería de las Américas , iba a buscar los diarios de la tarde en la calle San José , abajo de la Municipalidad .Visitaba con frecuencia el Sorocabana ,que época por dios ,muy gratos recuerdos,gracias
No, esas instalaciones no eran las del San Rafael.
En el sorocabana de 18 de julio en los años que yo recuerdo 50-60 se reunián algunos extranjeros de origen ruso y cosacos,uno de ellos era conocido como el príncipe, siempre se sentaban en la curva del lado de la ventana hacia el ateneo
bar smidel 8 de octubre 4649
unibar (bar universitario) eduardo acevedo y guayabos
los dos estan abiertos en funcionamiento y mantienen sus barras y heladeras originales en funcionamiemnto
Dónde estaba el bar La Lata? Alguien sabe??
Millán y clemensou
·n el Antequera se jugaba al ajedrez ping-pong (a 5 minutos y golpeá para jugar con el ganador)
Cuando cerró el bar esa barra de gente se fue para el club Los trebejos,
primero por 18 de julio pero no recuerdo el cruce, luego por la calle Constituyente
alla por 1986) y finalmente donde esta ahora y desde 1987, en Rodo y Requena. En esta
última dirección me integré a lo que quedaba de la barra del Antequera.
Perfecto bar
Simplemente, excelente.
me gustaria encontrar algo del restoran El Pollo Dorado ubicado en la calle Yi (ahora) . pero no he podido encontar nada.
Recuerdo que era propiedad de la Familia de @
PrimitivoRiesgo
Excelentes comentarios quien tenga fotos antiguas agradezco colgar .
Carlos Casciotti Candia
Alguien sabe cual era el nombre del Bar en el cruce de 18 y Minas, frente por frente a la Papoñita? gracias
Hola, es re interesante para los que peinamos canas volver a ver las fotos de los viejos boliches montevideanos. Como aporte constructivo, les sugeriría buscar antecedentes del BAR JAUJA , ahí por Bartolomé Mitre al lado del Hotel, unos metros de Sarandí. Tengo gratísimos recuerdos de tertulias con pintores y escritores, conocí a al gran violinista Becho y tomo el mejor gin fizz de Mvd.
Abrazo
Rodolfo Perez Molinari
Trabaje un tiempo en la década del 70 en un bar Torrado de la zona de Capurro también en el Facal de 18 y Yi ;Luego en casa Añon una esquina muy paqueta de 21 de Setiembre y Ellauri en Pocitos , volví tiempo después y hay un Mac Donalds.Un Montevideo inolvidable
Un abrazo fuerte, Carlos Casciotti
Excelente
En el Torrado que mencionas los dueños eran Jacinto y Paco, dos gallegos increibles. En frente estaba el Expreso Capurro, te hablo de la decada del 50.
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